El joven artista italiano lleva seis años habitando entre los muros de castellar viejo. Desde entonces se dedica a limar su visión estética, en la que arenas traídas de todos los lugares del mundo, desde el océano Índico hasta el desierto de Jordania, sirven de material inspirador a unas composiciones de gran fuerza visual. Asimismo, el artista trabaja el textil y la decoración con un catálogo muy completo que puede adquirir allí mismo.