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Un centenar de campogibraltareños, la mayoría castellarenses, curiosos o aficionados, subieron a los llanos de Los Pozos de Marajambú, en las lomas orientales del municipio, para asistir a una clase magistral de astronomía de la mano del colectivo comarcal Luz Cero.

El grupo, con un destacado perfil familiar, se concentró primero alrededor de Kepa Sousa, castellarense miembro del colectivo astronómico, que examinó, puntero en mano,  todo el cielo de verano que asomaba sobre sus cabezas. Antes, criticó el excedente lumínico artificial que en Andalucía supone un importante e innecesario gasto energético y económico, aparte de que impide observar el cielo, explicando cómo existe una nueva normativa regional que está transformando los alumbrados públicos con sistemas que reducen el impacto en el entorno.


Los participantes dieron la vuelta al celeste nocturno de norte a sur: Desde la Osa Mayor, ubicación de referencia, hasta la estrella Arturo, la más cercana a la Tierra después del sol, y por ello la que más brilla. Galaxias y constelaciones, y, posteriormente nebulosas, fueron presentadas a todos los reunidos en los llanos de Marajambú. Una vez realizada la explicación correspondiente, comenzaron a observar fenómenos astronómicos a través de los tres telescopios que gentilmente se ofrecían a los asistentes para que los reconociesen.

Luz Cero y los propios participantes se sorprendieron del grado de aceptación de la iniciativa, que concentró a medio centenar de vehículos en la finca señalada, algo impropio de una actividad de estas características, de hecho, “esto parece una feria” era el comentario más repetido entre los asistentes, aunque la mayoría de ellos comenzaron a marcharse tras la primera observación por telescopio.

Sillas de playa, mantas en el suelo e incluso bocatas sirvieron de apoyo logístico a una noche oscura de verano, donde la luna y la contaminación lumínica de la bahía cedieron su protagonismo a los astros que, en Marajambú, destacaron sobre el resto de los fenómenos lumínicos.