Los admiradores del profesor plantan un árbol en su memoria y acuerdan continuar con su fundación Planeta Vivo. La memoria de Claes Linden sigue viva. Una veintena de personas -amigos y admiradores del trabajo del profesor-, en su mayoría procedentes de Sevilla, Alcalá de Henares y de otros municipios de la comarca se reunieron ayer para homenajear a este científico incansable que pasó sus últimos años en el municipio.

El encuentro comenzó alrededor de las 11:00 horas cuando todos los amigos, entre los que se encontraban las voluntarias de Cáritas que ayudaron a Linden en sus últimos años de vida, se reunieron en la plaza de Andalucía desde la que partieron hasta la calle Lima donde plantaron un árbol, traído por miembros de la Asociación de Amigos de Los Jardines.

Posteriormente, en un salón municipal debatieron sobre cómo difundir el legado de Linden, el principal objetivo de este encuentro. Así, acordaron que un grupo de personas se hará cargo de toda su documentación que se encuentra de forma provisional en un local municipal. Se reunirán de forma periódica para recuperar y clasificar los documentos y después exponerlos al público.

Carlos Gavira, uno de los organizadores del homenaje indicó que sus seguidores quieren reactivar la fundación Planeta Vivo, que creó el científico. "Hay que comprobar si jurídicamente se puede recuperar esta ONG, de lo contrario se fundaría otra asociación", destacó Gavira.

Por otra parte, añadió que existe otro proyecto, pero aún no hay nada definitivo. Se trata de crear un espacio en el lugar en el que vivió donde se instalaría un jardín botánico. "Tenemos una reunión mañana lunes con la Almoraima para tratar esta propuesta", apuntó Carlos Gavira, quien anunció que se planteó también un nuevo encuentro en fechas próximas a Navidad.

Claes Linden fue uno de los mayores expertos en selva tropical y trabajó para la FAO. Llegó a Castellar en los años 80 con la idea de crear un vivero tropical, sin embargo no pudo llevarlo a efecto por problemas con las administraciones. El cambio climático y la extinción de las selvas tropicales -a las que consideraba los pulmones de la tierra- fueron las líneas básicas de su trabajo. El científico murió el pasado mes de agosto en el lugar donde pasó los últimos años de su vida.