El Alcalde de Castellar, Juan Casanova remite a los ciudadanos de la localidad su consternación ante las nuevas situaciones, ajenas a su voluntad.
Estimados Vecinos/as.
No son buenas las noticias por las que me dirijo hoy al pueblo.No son buenas las noticias por las que me dirijo hoy al pueblo. El pasado 27 de enero el gobierno central decidió congelar las ayudas a las energías renovables. Os podéis imaginar la inmensa frustración e indignación que sentimos en estos momentos. Después de tantas reuniones y horas de esfuerzo (con la empresa inversora, con la dirección de la Almoraima, su presidente y vocales), después de tantos pasos avanzados en tan poco tiempo: el estudio técnico de disponibilidad de biomasa, el estudio de localización de los terrenos, el estudio de viabilidad de la línea eléctrica de evacuación… Después de conseguir unir objetivos y voluntades, una decisión de un gobierno frustra las esperanzas de generar 100 puestos de trabajo estable en Castellar, porque verdaderamente hasta hace pocos días la planta de biomasa era un proyecto firme, seguro, era una realidad además cercana en el tiempo. Si se hubiese iniciado este proceso sólo un año antes, hoy sería una realidad.
Pero no es el momento de lamentaciones. Hay que tener asumido que no todos los proyectos saldrán adelante y hay otros que necesitan de toda nuestra atención. En la última reunión que mantuvimos la semana pasada (Ayuntamiento, Almoraima y empresa inversora) concluimos que no se trata de abandonar el proyecto, se trata de posponerlo hasta que se vuelvan a dar unas condiciones favorables y, entonces, utilizar los informes técnicos que ya tenemos elaborados y seguir caminando.
No quiero dejar el tema aquí sin compartir con vosotros/as lo que yo creo que es un engaño, una falsedad interesada lanzada desde el gobierno central. El argumento para dejar de primar las energías renovables es que hay una deuda acumulada en la factura de la luz y esta deuda disminuiría si se dejara de primar las plantas eólicas, de biomasa y solares. Varios argumentos os puedo dar para demostrar que las centrales contaminantes (nucleares y las basadas en el carbón y el petróleo) son más caras que las renovables.
1. En la factura de la luz no se incluye lo que cuesta hacer cementerios nucleares, ni tampoco lo que cuesta enviar a otros países los residuos radioactivos que no se pueden almacenar en España. Las energías limpias no tienen este coste. Tampoco se incluye el coste que supone un pequeño escape radioactivo: el cierre de las fronteras de los productos españoles en otros mercados. Recordad el accidente radioactivo en Acerinox hace unos años.
2. El coste de las ‘misiones de paz’ en Irak, Afganistán, etc. No se incluyen en el coste de la luz, pero esos miles de millones gastados por España, de nuestros impuestos, no se emplearon para llevar la democracia a ningún sitio, se emplearon en guerras por controlar el petróleo. ¿Cuántos soldados españoles han muerto en esas supuestas misiones de paz?, ¿cuántos civiles inocentes murieron y siguen muriendo para que no nos falte el petróleo? Estos costes no se han incluido en la factura de la luz. Las energías limpias no tienen este coste.
3. En España se ha desarrollado una industria puntera a nivel mundial en lo que a creación de tecnología en energías renovables se refiere. Estaba generando una gran cantidad de empleo no sólo por instalar plantas de biomasa, solares o eólicas, sino por exportar la tecnología a otros países. Las energías renovables generan mucho más empleo que las contaminantes.
4. Cada vez que se produce un vertido de petróleo tiene un coste. Y no me estoy refiriendo al medioambiental, que es muy elevado, me estoy refiriendo a los miles de millones gastados en prevención y control de estos vertidos y por supuestos en la limpieza de los mismos. Y en las miles de familias que ven arruinada su forma de ganarse la vida (mariscadores, pescadores, y en los hoteles, bares y restaurantes). Sólo tenemos que recordar el caso del buque ‘Prestige’ hundido frente a las costas gallegas. Estos costes no se meten en la factura de la luz, pero lo pagamos todos con nuestros impuestos.
5. Hay otro coste intangible pero muy real: el control de las multinacionales. La energía es sobre todo un negocio. Las empresas multinacionales del sector controlan la extracción de uranio, petróleo y carbón, controlan su distribución y controlan la generación y distribución de la energía eléctrica. Es un negocio redondo donde los únicos perjudicados somos nosotros, los trabajadores, ciudadanos de a pie que no podemos influir en estas decisiones. Sólo nos consideran clientes, consumidores y si no podemos pagar una factura ya sabemos que se nos corta la luz como si fuésemos responsables de no encontrar trabajo o como si fuésemos delincuentes que queremos disminuir sus beneficios.
6. Y hay otra razón que he descubierto desde que tengo la responsabilidad de la Alcaldía. Las multinacionales de la energía eléctrica, en España, deciden las leyes que se le aplican. Y os pongo un ejemplo. ¿Por qué tiene Castellar problemas con el suministro de la luz? Porque la línea actual que suministra electricidad no es suficiente. Debe ser reforzada con otra y hace falta invertir 1,2 millones de euros. La ley lo que dice es que si se quieren construir viviendas o un polígono industrial debe ser el promotor quien corra con los gastos de la nueva línea, y después se la debe ceder a Endesa para su explotación. Es decir, que tenemos que pagar entre todos la inversión en infraestructura eléctrica para que después la multinacional la explote y se enriquezca cobrándonos la electricidad que consumimos. Y yo me pregunto, no sería más lógico que fuese la compañía eléctrica la que asuma los costes de las instalaciones y que fuese amortizando la inversión a lo largo del tiempo. Para verlo más claro, si cualquier vecino/a de Castellar quisiera montar, por ejemplo, un taller, tendría que pedir un préstamo para alquilar o comprar un local, comprar la maquinaria y pagar todo lo necesario para comenzar a trabajar. Endesa no. A Endesa, gracias a que la ley así lo dice, le tenemos que pagar todo lo que necesite y después ella se apropia de las instalaciones para su explotación. Esto es un auténtico despropósito.
En definitiva, y disculpadme si he sido demasiado extenso en la argumentación, estamos en manos de unos pocos que controlan nuestro presente y nuestro futuro. Y el gobierno actual al dejar de apoyar las energías renovables está actuando igual que si un médico le dijera a un paciente con una enfermedad pulmonar que volviera a fumar. Para mí es mucho más lógico y más coherente invertir nuestros impuestos en ser independientes energéticamente y generar más empleo que seguir dependiendo de productos de fuera de nuestras fronteras.
No pienso dejarme llevar por el desánimo, y quiero que todos sepáis que continúo trabajando con la misma fuerza que el primer día. Sin embargo, me comprometí a ser transparente en las gestiones que se realizan en el Ayuntamiento, y así, igual que he compartido las buenas noticias me siento obligado a compartir las menos buenas.
Vuestro Alcalde
Juan Casanova Correa
Carta Municipal de Información al Pueblo
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