Hija de padres chisparreros, que durante los años 60 se vieron obligados a emigrar al norte en busca de trabajo, nuestra homenajeada, que vio la luz en la provincia de Bilbao, sería la primera de 3 hijas.
Corría el año 68, y aunque los tiempos no eran fáciles, el trabajo nunca faltó. En casa se vivía de una forma cómoda. Con la llegada de los 70 nacería la segunda hija y tan sólo unos años después su segunda hermana, haciendo así que ella tomase la responsabilidad de ser la hermana mayor.
Con cimientos sólidos y creciendo en una familia donde la unión siempre estuvo presente, pasó su niñez en un barrio de Arrigorriaga, donde los niños jugaban a todas horas y los vecinos eran miembros más de la familia. Se estrecharon allí, lazos de amistad tan fuertes, que pese al transcurso del tiempo, siguen siendo sólidos. Siempre destacó por su madurez, y desde muy pequeña le apasionaba pasar las tardes en casa de la vecina Elsa, una señora culta que disfrutaba compartiendo lecturas y enseñanzas con ella, una niña siempre ávida de conocimiento.
La primera vez que nuestra homenajeada pisaba Castellar contaba con la edad de 1 año, y ya en aquel entonces conocería el Castillo de Castellar. Desde ese momento no faltó un mes de agosto a su encuentro con su familia y con este pueblo al que tanto añoraba. Finalizada la E.G.B. decide cursar los estudios de Administrativo en Llodio, Álava. Y casi llegando a término de la especialidad sus padres tomaban la decisión de volver a la tierra que los vio nacer. En el mes de febrero, del año 87 la familia al completo vuelve a Castellar, y aunque con este cambio se ve cumplido uno de sus mayores sueños, también deja atrás muchísimos momentos y vivencias que siempre recordará con añoranza. Nada más instalarse, su padre decide poner en marcha el proyecto que ya tenía en mente, el que contribuyó a que regresaran a sus orígenes. El día 22 de Julio abría sus puertas en nuestro municipio el Bar Gonsa y las tres hermanas comenzarían así a trabajar en el negocio familiar. De esta manera, con tan sólo 18 años, nuestra homenajeada empezaría a descubrir el mundo laboral.
El año 1989 vendría cargado de cambios en su vida. Contrae matrimonio con el hombre que va a ser a partir de entonces un pilar fundamental en su andadura, y en Agosto llega su primera hija, que inundaría de alegría su hogar. Tan sólo un mes después, ve realizado otro de sus mayores sueños. Consigue una plaza laboral en el Excelentísimo Ayuntamiento de nuestra localidad tras superar unas pruebas de acceso de personal Auxiliar Administrativo. Con tan sólo 21 años tiene que dejar cada mañana a su niña con menos de dos meses para conciliar su vida familiar con el mundo laboral, y cinco años después le tocaría volver a vivir una de las experiencias más felices de su vida. Llegaría su segundo hijo, el primer niño de la familia. Una apasionada de su trabajo, en poco tiempo pasa a ser la Secretaria de Alcaldía y asume a su vez las labores de Protocolo de todos los actos que se organizan y desarrollan en nuestro municipio.
Poco a poco se va ganando la confianza de cada vecino, que no dudaban en pasar por su despacho no sólo para solicitar su ayuda en cualquier ámbito administrativo, si no para cualquier asunto o problema personal, y ella, siempre con la sonrisa que la ha caracterizado, ha hecho hasta lo imposible por cualquier persona que lo haya necesitado. Durante todo este tiempo han sido muchas las personas, de distintos grupos políticos, con las que ha tenido ocasión de trabajar, y gracias a su gran profesionalidad y saber estar, ha sabido ganarse la confianza, cariño y respeto de cada uno de ellos. Han sido muchos los reveses a los que se ha enfrentado en la vida, y siempre ha sido ella la que ha mantenido fuerte a la familia.
Tras 28 años desempeñando su trabajo en el Ayuntamiento, el destino le jugaría una mala pasada, y hace un año le confirmaban la noticia que tanto temía. Por motivos de salud tuvo que dejar de desempeñar su profesión. Un duro golpe del que intenta reponerse día a día, luchando con todas sus fuerzas por poder volver a la labor que tantas satisfacciones le ha dado en su vida profesional. Hoy con motivo del Día Internacional de la Mujer, y en reconocimiento a su trayectoria profesional, nuestro Ayuntamiento le quiere brindar este homenaje.
POR SU PROFESIONALIDAD Y SABER HACER, POR EL AMOR QUE PROFESA A TODA SU FAMILIA, POR SER MUJER LUCHADORA QUE NUNCA SE RINDE ANTE LOS VAIVENES DE LA VIDA.
El Excelentísimo Ayuntamiento de Castellar de la Frontera
quiere rendir este homenaje a
DOÑA MARISA GONZÁLEZ SALAS