Vaca ha recordado que los hermanos Avilés-Gallego fueron merecedores de esa concesión por ser parte de la realidad del Castillo. Como reza en el decreto “Habiéndose distinguido durante toda su vida por cuidar, preservar, mantener y colaborar, no sólo con la buena imagen de sus instalaciones, sino a defender los intereses del enclave histórico, contribuyendo, en todo momento, al buen cuidado de tan importante núcleo, origen de esta ciudad desde su Fundación”. El documento de reconocimiento continúa así, “durante decenas de años, la familia Avilés Gallego ha mantenido la antorcha de la protección sobre tan singular enclave, heredando de sus padres y abuelos el cuidado por el entorno, el medio cultural, natural y social”.