Sólo tres ayuntamientos mantienen su deuda a cero. Castellar, Benaocaz y El Gastor funcionan sin créditos y logran un equilibrio presupuestario pleno. Sus alcaldes sostienen que la fórmula es simple: Mesura, contención en los contratos y priorización de gastos.
Cuando la mayoría de los Ayuntamientos de la provincia  queman las calculadoras y apuran el presupuesto al máximo para simplemente garantizar la sostenibilidad de las arcas locales y el funcionamiento del consistorio, Castellar, El Gastor y Benaocaz gozan de un estado económico excepcional: el pasado ejercicio cerraron con déficit cero, sin un céntimo pendiente de devolución al banco y hasta con remanente en tesorería. No son sólo solventes, sino que tienen liquidez inmediata y no necesitan recurrir a las entidades financieras.
Esta situación posible y lo demuestra el Banco de España en su último informe sobre la deuda viva de las corporaciones locales al término de 2009. Según este análisis, los ayuntamientos gaditanos debían a las entidades financieras a finales del año pasado más de 671,6 millones de euros y los que acumulaban el mayor volumen de préstamos eran Cádiz y Jerez, con 108,4 y 82,7 millones de euros, respectivamente. Tras ellos figuraban también destacadamente los de El Puerto (73) y Algeciras (72,8), con lo que estos cuatro acumulaban más del 50% del endeudamiento total.

El desplome de los ingresos fiscales municipales en 2009 -fundamentalmente provocado por la caída de la actividad constructora y de la apertura de negocios- ha obligado a numerosos ayuntamientos a recurrir a nuevos créditos para mantener el ritmo inversor o, sencillamente, para pagar las nóminas. Según el estudio del Banco de España, 27 de los 44 consistorios de la provincia incrementaron su morosidad con los bancos y cajas.

Este análisis y diagnóstico de la situación financiera municipal ha cobrado especial relevancia en las últimas semanas debido a las medidas extraordinarias anunciadas por el Gobierno en mayo para frenar el endeudamiento local.

- El alcalde de Castellar: No hay receta mágica: gastos justos y mucho sentido común.

Para el primer edil socialista de Castellar, Francisco Vaca, la máxima es tratar la economía municipal como la doméstica. En el municipio más pequeño de la comarca del Campo de Gibraltar, Castellar de la Frontera (3.200 habitantes), la buena salud financiera no es responsabilidad única de la gestión política. La concienciación de sus vecinos evita, por ejemplo, un mayor gasto en limpieza varia, ya que es costumbre local barrer la parte de la acera frente a las viviendas, declara el alcalde.
El municipio concertó su último crédito bancario en 1996- fue cancelado dos años más tarde y ahora, en plena  crisis, no se plantea recurrir a los bancos para conseguir financiación extra, si bien en un primer momento este idea planeó sobre la Casa Consistorial tras la última norma sobre endeudamiento del Gobierno Central.

Vaca asevera que gasta lo justo, si bien reconoce que la extensión de la localidad permite controlar de forma más real el gasto, priorizando las nóminas, pago a proveedores y cumplimiento de los servicios básicos. “Gracias a la coordinación con varias administraciones, intentamos cubrir esas necesidades que los vecinos nos reivindican y hacerles la vida más feliz. Es mi lema y hasta el momento me ha dado un magnífico resultado”, Señala Vaca. Varios puestos de trabajo están sufragados por la Diputación mediante convenios de colaboración, lo que adelgaza esta parte del presupuesto. “En el capítulo de personal, gasto corriente e inversiones, tenemos claro que los excesos son malos acompañantes”, asevera el alcalde que junto con otro edil, son los únicos liberados del Gobierno Local.